sábado, 20 de agosto de 2022

Sobrevolando el azul sin fronteras.

Bajo un disfraz de quietud inválida, 
las claridades se mienten a una realidad,
de oscuras intenciones.
El ábaco  deja libres sus cuentas y cae la tinta 
negra sobre el azul inocente de un relámpago 
impreciso y aquejado  de una celestial cojera.

Disipar la crudeza de un acto  de fe, sería 
desangrar un instante, estirando los tendones
que  sujetan su razón, hasta un desgarrado 
dolor que rompe todos los silencios,
que se esconden en viles y trasnochados 
razonamientos.


La ansiedad crece en un pulmón que se limita 
a respirar ausencias y malogrados sueños.
Uno cree descubrirlo  todo, pero bajo 
el velo de la apariencia, hay bestias 
que devoran la intrínseca verdad, 
no manifestada, no resuelta.

Crecen las inhóspitas tensiones y el amargor 
de las bocas que bebieron del agua primordial,
el barro y el sedimento que queda  en el fondo 
de una vida inaceptable.


Los  bueyes  se resignan, bajo el yugo,
del ardiente sol que  les atormenta,
mientras las aves, gozosas de su  libertad,
remontan su vuelo por encima de las nubes.


Escrito en Agosto 2022 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.

© Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.




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