jueves, 16 de marzo de 2017

No deseo otra cosa, que tu presencia en mi

No deseo otro arroyo, que la humedad 
de tus labios o el manantial de tu sexo,
dispuesto en su vertical sonrisa.

No deseo otro arco o puente que cruzar,
que no sea el que dibuja tu sonrisa
o tus cejas, en una sorprendida mirada.
Aunque prefiero el arco de tus caderas,
moldeando la ingravidez de tu paso 
al caminar.

Cada poro respira amor desde tu piel,
tendida al sol, desierto de blancas dunas 
o salinas junto al mar de mis anhelos.

Selva fértil de negro y encrespado pubis,
inexplorada isla de aguas, vertientes 
y besos que aletean al borde de tu boca,
para prenderse en otros labios,
durante el inicio de su vuelo.

Escrito en Marzo 2017 por Eduardo Luis Diaz Expósito."zuhaitz".

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