jueves, 9 de marzo de 2017

Una deuda en el Infierno

Huele a mierda, a mierda reciente, caliente, desde el horno de tu vientre,
desechado  de una necesidad imperiosa 
y unas ganas inmensas de expulsar 
detritus sobre la conciencia.

El diablo camina sobre el surco
de la inconsciencia y domina, con su látigo los más primarios instintos.
  
Sexo y azotes, necesidad y castigo,
por la recompensa no pagada,
no saldada aún.

Altos son los réditos y sólo te queda 
tu alma para saldar la deuda.

Escrito en Marzo 2017 por Eduardo Luis Díaz Expósito."zuhaitz".

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