sábado, 22 de julio de 2017

Colores para vivir

Amarillo es el verde que ha madurado
y de la acidez primera, se torna
en dulce espasmo que despierta 
en la boca.

El rojo de la pasión se oxida 
con el tiempo, formando ocres, bistres,
sienas y marrones 
de ajada melancolía.

El sueño azul se torna negro, 
durante el parpadeo o el sueño remitido 
en los ojos fatigados, que pesan tanto
como realidades más despiertas.

La luz es primitiva en su nacimiento 
y crece en colores indefinidos,
para perderse en la memoria 
o en las pestañas,
 durante el parpadeo nocturno 
de las estrellas.

Escrito en Julio 2017 por Eduardo Luis Diaz Expósito

No hay comentarios:

Publicar un comentario