sábado, 8 de julio de 2017

Como aves peregrinas

Toda vestimenta es una insinuación 
a descubrir la nieve en tu piel 
y el fuego en tu boca.

Cubrir tu cuerpo es como tratar 
de ocultar la luz con transparentes hojas
y aproximar los ojos, cosidos 
a las costuras de tu vestido y amar
esa permanencia breve, pero intensa.

Tus huesos son blancas sonrisas,
en el gozo de contacto 
con tus carnes de nube y vapor expirado 
desde la boca que imagina tu beso,
prendido en la comisura de los labios.

No te diré que te amo, hasta que tus ojos, desciendan como aves peregrinas,
hacia el nido que guardo entre mis brazos.

Si adorarte te parece mucho.
Amarte es culminar mi adoración.

Escrito en Julio 2017 por Eduardo Luis Diaz Expósito."zuhaitz".


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