martes, 18 de julio de 2017

Corazones errantes

No existe techo más bello
que el que se cuaja de estrellas.
Me recuerda el brillo, que en la ilusión,
esplende en unos ojos.

El corazón arde en un incendio de alas
y las plumas dejan chispas de amor
y sabiduría, en el retrato 
de nuestra constancia 
o  en el puro espejo de otros ojos,
que comparten nuestra dicha.

Corazones con el almidón 
de una blanca camisa, tendida al sol,
abierta al beso y a la caricia del viento.

Navíos en mares de tranquilidad 
y resoluciones en cascadas
de aguas turbulentas,
nacidas  en la vorágine de las dudas.

Escrito en Julio 2017 por Eduardo Luis Diaz Expósito."zuhaitz".

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