y tiene sus pulsaciones,
porque a lo inmóvil, se opone
un movimiento, aunque breve.
Varía su vibración,
su ritmo y velocidad,
por ser fiel a su verdad,
sin ser clara su intención.
En diferentes niveles
todo se mueve y se agita,
todo muere y resucita,
sin modificar sus pieles.
Todo vibra y es sonido
en la quietud del silencio,
todo lo que al fin presencio,
tiene sin duda un quejido.
Esa nota, aún vibrante
para llenar el espacio,
mientras un sol de topacio
vaga por el cielo errante.
Escrito en Julio 2017 por Eduardo Luis Diaz Expósito."zuhaitz".
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