sábado, 4 de noviembre de 2017

Agrestes caricias 

No sé, si muere el día 
o la noche lo arropa con su negro manto.
El atabal dormido de la tierra, silencia su voz,
pero guarda todos los secretos pronunciados.

Las caricias son hojas desprendidas,
desde las delgadas ramas o dedos infinitos,
que se alargan persiguiendo
una esfera de cristal en gota de rocío.

Una imagen se copia y queda una constancia,
que resbala desde el agreste verdor
de una brizna de hierba,
 hacia el seno marchito de la tierra,
madre de tristezas otoñales
y matriz de escondidas primaveras.

Cuando la llaga seca, se cierra con el llanto,
agua pura o lágrima descendida de los cielos,
de su vientre crece la semilla en flor,
ansiosa de ver la luz, para robarle al sol
sus más preciados colores.

Escrito en Noviembre 2017 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.

I.S.B.N : 978 – 84 – 17279 – 06 – 6

Depósito Legal: BI – 1323 -2018


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