miércoles, 29 de noviembre de 2017

Tiempo de tiernas caricias 

La noche se desnuda
de su envoltorio de sombras.
Se ciñe lentamente sobre los cuerpos
e impregna con su magia, cada rincón
de la habitación.

Es tiempo de caricias, en ese dulzor
que no cansa, ni satura.
En esa tibieza de piel, que despierta
a los sentidos, a ritmo de jazz lento.

La sensualidad recobra su tiempo adormecido,
en la voz y la pausa.
Los cuerpos se extienden uno sobre otro,
confundiendo las sombras con el trémolo
de los abrazos y el tenue rumor de besos,
que se sienten como cosquillean en los oídos,
tal vez descuidados a cuanto sucede
entre los amantes.

Escrito en Noviembre 2017 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.


I.S.B.N : 978 – 84 – 17279 – 06 – 6


Depósito Legal: BI – 1323 -2018


No hay comentarios:

Publicar un comentario