jueves, 9 de noviembre de 2017

Junto a los hombres buenos 

Camino junto al hombre tierno,
que sufre y siempre se entrega
con absoluta fé ciega,
desterrado a los infiernos.

Resurgiendo de la nada,
la nada contemplativa
en mares y a la deriva,
tras las islas desoladas.

Hombre, que en su sano juicio,
persigue tan sólo un sueño,
del cual, al no ser su dueño
le causa un serio perjuicio.

No ha de estar, aún convencido,
de errar su lucha en las lides,
por ello piensa y decide
no darse ya, por vencido.

Sabe bien que no está errado
y a pesar de los canallas,
prosigue en su empeño y calla
sobre el camino trazado.

Tal vez sea un soñador,
tal vez su afán no consiga,
pero voluntad obliga
y me contagia su ardor.

¡Dadme ternura y empeño
con los sueños que tenéis!
Porque no sé si sabéis
lo grandes que son los sueños.

Tejiendo las ilusiones,
no dejamos de crear,
intentando mejorar
un mundo de sensaciones.

Soñando, somos capaces
de remontar nuestro vuelo
dejando atrás los señuelos,
puestos por mentes rapaces.

Escrito en Noviembre 2017 por Eduardo Luis Diaz Expósito.”zuhaitz”.

I.S.B.N : 978 – 84 – 17279 – 06 – 6

Depósito Legal: BI – 1323 -2018


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