sábado, 12 de octubre de 2019

Aprendamos del sabio roble

Roble noble, tu corteza
es de carácter tranquilo,
más sosegada que el tilo,
gruesa ha de ser tu nobleza.

Pues ni la lluvia, ni el viento
han de mover tu raigambre,
ni la tierra, con su hambre
de tu raíz y sustento.

Roble recio en la ladera,
de los montes, su inquilino,
que has de ceder a tu sino
convirtiéndote en madera.

Madera para la cuna
que ha de guardar nuestros sueños,
cuando fuimos tan pequeños
como una verde aceituna.

Fuimos creciendo en tamaño,
como tu tallo reciente,
mirando siempre hacia oriente,
buscando afán en los años.

Como roble enmudecido,
con carácter y entereza,
nuestra vida, pieza a pieza
construye su cometido.

Escrito en Octubre 2019 por  Eduardo Luis Díaz Expósito."zuhaitz".



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