ni adjetivo que me comprometa,
no es mi caso y tampoco es mi meta
es destino de quien no se nombra.
Lo que escapa del conocimiento,
no llegando a la reflexión,
es difícil por su comprensión,
desgranarlo en su entendimiento.
He pensado, que su conclusión
en mi mente genera un dilema,
pues si falta emoción en el tema,
es que acaso falte corazón.
Lo que surge desde el pensamiento,
se transforma en las sensaciones
que nos vencen en las emociones,
por decreto o convencimiento.
Cuando surge esa luz, que se asoma
e ilumina la mente y deduce,
todo es claro y así se trasluce
y la idea se forja y se toma.
Así pues, lo que entiendo y os muestro,
aparece frente a mi nariz,
he dejado de ser aprendiz,
porque en mi, ya ha nacido el maestro.
Escrito en Diciembre 2019 por Eduardo Luis Díaz Expósito."zuhaitz".
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