martes, 17 de diciembre de 2019

Patchwork de experiencias

Es preciso recomponer lo que se ha quebrado
y pasar varias veces la lija para limar
las asperezas que quedaron en el fondo
del carácter de nuestro semblante cotidiano.

Volver a considerar el saludo,
como una perfecta forma de comenzar el día.
Se puede soñar con castillos construidos
con mondadientes o deshacer
un cubito de hielo en la boca e imaginar
que somos un sol derritiendo un iceberg
y brillar de nuevo, a pesar del frío
que hace crujir nuestros dientes
e inmoviliza el cielo del paladar.

Abramos una botella de agua o vino
y sintamos su caudal inundando
nuestros sentidos.
Después brindaremos con el brazo en alto,
elevando las copas y postulando
una sonrisa recién estrenada
en nuestros labios.

Busquemos cualquier momento
que aporte felicidad a nuestras vidas
y hagamos  "patchwork" con cada experiencia
que merezca ser recordada.

Escrito en Diciembre 2019 por Eduardo Luis Díaz Expósito."zuhaitz".

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