viernes, 13 de diciembre de 2019

Un momento de atención 

Cuando me detengo un instante,
hay un momento en el que se acentúa
la percepción.
Se recama la imagen, y las voces
que se hacen presentes, adquieren
otra tonalidad y otra armonía.

Una hilera de árboles definen el camino
que me dispongo a andar
y una transparencia en el aire,
hace que el frescor de la mañana
limpie mis pulmones, antes saturados
de angustias.
La calma llega al detener el paso
y posar la mirada sobre las minúsculas cosas
que nos rodean,
 con una mayúscula presencia,
que sólo advertimos, cuando abrimos
 más la mente que nuestros propios ojos.

Todo puede ser más simple y a la vez
sorprendernos con su majestuosidad.
La vida se compone de pistilos,
ocultos bajo la corola de los hechos
necesariamente cotidianos.
En la profundidad de cada momento
está el misterio oculto del sentido mismo
de toda existencia y ese pervivir
en la constancia.

Intentemos encontrar la dicha,
hasta en lo más diminuto.
Es más difícil de hallar y por consiguiente...
más difícil de perder.

Escrito en Diciembre 2019 por Eduardo Luis Díaz Expósito."zuhaitz".


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