domingo, 18 de septiembre de 2022

Una intensa noche de Amor.

Bebían la noche con calma y las estrellas 
surgían, como espumosas burbujas 
de champán.
Amaban el silencio  en la penumbra y sus ojos 
brillaban de deseo al compás de suspiros 
extasiados.


Sorprendidos por el amanecer, sus cuerpos 
descansaban tras el jadeo, bañados en gemas
de sudor y aromas intensos 
de sexo pronunciado y recamado al borde
mismo de una frágil e inequívoca locura.


Desmembrando las horas, yacentes 
y estáticos, los amantes regresaron 
a la soledad de sus cuerpos y se separaron 
un instante, para un reencuentro 
en el íntimo abrazo, que nace de los sueños.


Durmieron en un tiempo detenido en las horas 
y volvieron a enjuagar sus bocas
en los dulces besos.
El alba se tiñó de rosa y naranja, mientras 
el sol ascendía como un saludo, asomando 
por el horizonte.


Se amaban, si y sus cuerpos formaban 
una densidad tan profunda, como una intensa
noche de amor.


Escrito en Septiembre 2022 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.

© Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.






No hay comentarios:

Publicar un comentario