jueves, 30 de marzo de 2023

El sabor de la Añoranza.

No hay cielo tan grande, que  consiga 
contener en el Interior de sus nubes,
todos los suspiros perdidos.
Se vacían desde el pecho,
 los exhaustos pulmones y en el ánimo 
queda un profundo vacío, con los bordes 
tintados con el  azul de la nostalgia.


El ámbar de la alegría se derrite 
en el calor de un abrazo y queda un regusto 
amargo, a caramelo requemado y adherido
en el fondo del alma.


El azúcar de un glorioso instante, se va
quemando en ese deseo de perpetuidad,
sin advertir que van  quedando los sedimentos 
de cada ausencia y se oxidan irremediablemente, durante ese tiempo 
de añoranza, hasta un próximo encuentro.


Escrito en Marzo 2023 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.

© Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.




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