como leña seca, que quiere ser encendida.
Encendida, para provocar el deseo
de una caricia, tan útil y necesaria.
Encendida, para calmar con ardiente amor,
todas las carencias humanas.
Encendidas, para crear un espacio,
donde todo tenga cabida y que nada, ni nadie
pueda perderse en el olvido.
Froto las palmas de mis manos,
por la alegría de todos los éxitos conseguidos,
por el vínculo de unión de nuestros corazones,
por todas las horas compartidas,
por alejar el frío de mi cuerpo y de tu alma.
Froto las palmas de mis manos,
para que mis dedos hablen de unión,
de hermanamiento, para aliviar la tensión,
que mantiene a cada habitante
de este mundo …en estado de alerta.
Escrito en Marzo 2023 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario