con esa lentitud, con la que un azucarillo
se sumerge en una taza de café.
La lluvia cae en copiosas lágrimas,
sobre el suelo gris, donde quedan rodando
todos mis pensamientos y mi alma se deshace
entre mis dedos.
Las despedidas no debieran llevarse a cabo,
y si, el regocijo de los nuevos encuentros.
Amo la secreta música que se transmite
desde una emoción desbordada y compartida.
Escrito en Marzo 2023 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
© Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
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