sábado, 4 de junio de 2011

Consecuencia de la Vida

Caen las horas en una mortal pirueta,
desgranando los segundos de una vida,
finísima arena del tiempo perdida
que hiende el cruel reloj con sus saetas.

Saetas voladoras del vil destino,
punzantes,lacerantes para el moribundo,
que perdiendo su existir en este mundo,
apura a solas el último racimo.

Caen las horas entre sombras perseguidas,
que la noche habrá trocado en clandestinas,
pecadoras del amor,en una esquina,
confidentes de la luz que se suicida.

Contra el vidrio de unos ojos apagados
se estrelló la blanquísima paloma,
ya no queda otro horizonte tras las lomas
y concluyen los senderos caminados.

Los lamentos con su voz, a la conciencia
la trastorna con sus múltiples heridas,
mas,¿Porque no nos quejamos de la Vida,
si la Muerte es de la Vida consecuencia?.

escrito por Zuhaitz en 1985

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