Es la luz de tus ojos la que miro,
no ví jamás nada tan bello,
me arroba su claro destello,
mi pecho retiene un suspiro.
Vivo por tu amor,
por tu presencia
y guardo de tu cuerpo el resplandor
y el ángel de candor
de tu inocencia.
Escrito por Zuhaitz en 2011 dedicado a Mari Jose
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