A jugar con la bruma,
a jugar a amar,
a sentirse la espuma
que viene del mar.
A jugar por jugar,
sin ganar, ni perder,
retoñando los cuerpos
hasta el amanecer.
A jugar a esconderse
y decir el lugar,
al hallar, sorprenderse
y volver a empezar.
Escrito en 1998 por Eduardo Luis Diaz Expósito."zuhaitz"
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