Caminando entre cristales
con los aún desnudos pies,
aguantando algún envés,
sin saber de donde sale.
Maldigo la vehemencia
a aquel que no quiere ver
y así suele entorpecer
con su fingida inocencia.
A quien le pasan los años,
sólo por que han de pasar
y no repara en pensar,
que su ignorancia hace daño.
Maldigo la cobardía
de no enfrentarse a la vida,
viviendo en la sombra amiga
hasta que agota sus días.
Escrito en 1998 por Eduardo luis Diaz Expósito."zuhaitz"
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