En la profundidad ignota,
desenvolver de brumas
tu cuerpo desvelado
y acariciar con tibieza de pétalo
cada poro de tu piel.
Las sombras, entre cabellos de luz
dibujando tu espacio
y cada curvatura inscrita en tus caderas,
moldea la dulce masa
con que se nutren mis sueños.
Toda tú, etérea y terrena,
miel y ámbar entre el cielo y la tierra.
Escrito an 1998 por Eduardo Luis Diaz Expósito."zuhaitz".
No hay comentarios:
Publicar un comentario