La cabeza reclinada,
sumida en el pensamiento,
el pasado por sustento
de una época pasada.
Divago entre su vacío,
desciendo y luego me pierdo,
devorando los recuerdos
desempañados y fríos.
Que vuelven en el calor
de una mágica quimera,
ardiendo como una hoguera,
si el motivo es por amor.
Escrito en 1998 por Eduardo Luis Diaz Expósito."zuhaitz"
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