viernes, 24 de octubre de 2014

Un mimo al atardecer

Sobre el mar silencioso
la calma extenuada,
pupila dilatada
del cielo rencoroso.

El rojo yacente,
horizonte herido
de sol sumergido,
tibio sol durmiente.

Oro viejo y fuego
cae sobre la tarde,
furia y pasión que arde,
para acurrucarse luego.

Escrito en 1998 por Eduardo Luis Diaz Expósito."zuhaitz"


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