sus raíces en la realidad,
quiere alcanzar con sus ramas
un cielo de esperanza.
Soy un ángel perdido,
un demonio desterrado,
soy el príncipe encantado
en un sapo dolorido.
Sólo soy quien puedes ver,
abre bien esos tus ojos,
si los vacías de enojos,
por ti volveré a nacer.
Escrito en 1998 por Eduardo Luis Diaz Expósito."zuhaitz".
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