con la nerviosa timidez del principiante,
contemplar tu cuerpo a contraluz
y perderme entre tus caderas.
Me atrae poderosamente, la sensualidad
de tus sinuosas curvas, la fruta prohibida
de tus nalgas perfectas.
Es como un secreto a punto de revelarme otra nueva caricia,
otra suavidad de espumas leves,
la ternura habita en su interior.
Mi boca busca primero entre tus muslos,
un manantial perdido, que en tu placer
brota
y en tu orgasmo se derrama en miel.
Beso tus pechos dormidos
y la flor de tus pezones despunta,
como acariciada por un rayo de sol.
Te amo, beso tus pies
y juego con tus dedos en mi boca.
Soy un ladrón de suspiros,
cuando el placer son palomas
que vuelan hacia tus soñadores ojos.
Escrito en Febrero 2017 por Eduardo Luis Díaz Expósito."zuhaitz".
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