miércoles, 1 de febrero de 2017

Nómadas

Todo se sustenta sobre una base,
cuya solidez habla de nosotros mismos.
Nada nos es ajeno y todo es
una reverberación, que va llegando 
desde muy lejos o muy cerca.

Ecos del alma, que intentan resguardarse
de las lluvias imprecisas.
Alguien eleva la voz por encima 
de las  montañas, buscando 
la respuesta a sus plegarias.

Intentamos llegar al cielo y tocarlo
con la yema de los dedos, 
pero su consistencia es gaseosa
y las densas nubes no permiten 
la clara visión.

Ángeles caídos en tierra de nadie,
donde toda posesión, es un asalto 
a la comprensión de que nada es propio.

Compartimos la misma muerte,
cuando el dolor nos acecha
y no podemos librarnos de una realidad 
que nos impregna con su tinte,
cuando los días, tan sólo transcurren,
nómadas perdidos en el tiempo.

Escrito en Enero 2017 por Eduardo Luis Diaz Expósito."zuhaitz".



No hay comentarios:

Publicar un comentario