lunes, 24 de abril de 2017

Naturaleza en caricias

Durante la espera, al tiempo se le rizan
los cabellos y se tiñe de ámbar el cielo,
mientras la tarde desciende del cielo,
para morir en el mar y deja las últimas 
gotas de sangre sobre su cuerpo 
distendido.

Tan sólo la espuma del mar, besa
 las orillas de la tierra y sus arenas 
sujetan su seda blanca 
y sus dedos de alga  acarician
su dorada presencia,
playa desnuda, como una joven tendida,
a la espera de una caricia de sol,
de brisa y de agua.

Escrito en Abril 2017 por Eduardo Luis 
 Díaz Expósito."zuhaitz".

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