domingo, 2 de abril de 2017

Una caja cerrada

Hay una caja cerrada, en el centro de
la mesa.
Un foco de luz, colgado del techo 
e interrogaciones flotando en el aire,
con movimientos circulares 
y signos de extrañeza.

Cartón, madera, cartón y una cerradura 
con un solo ojo rasgado en lágrima oscura.
Nadie sabe qué hay dentro y por ello,
crece el interés.

La sombra mórbida de un voluminoso 
cuerpo y la impaciencia creciendo,
en continua expansión.
¡Qué importa el contenido! Cuando se trata de abrir un misterio oculto 
a nuestros ojos.

El preámbulo es la fiesta, que en la mente se origina con todas las imágenes 
posibles, cercanas a nuestra imaginación.

Si la abres, se romperá la magia de la
espera.
Si no la abres, tu propia inquietud pondrá
a prueba tus nervios.

Escrito en Abril 2017 por Eduardo Luis Diaz Expósito."zuhaitz".


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