lunes, 12 de marzo de 2018

Árbol muerto respirando vida

Escarabajos negros de dura piel 

y luto perenne, alimentados de la muerte

que trastoca la verde rama o tronco

en pasto fértil y poros, por los que huye

toda pulsación, que latente

habitaba los bosques.


La copa rebosante cae como río desbordado 

en los cauces, que en la tierra 

se adivinan heridas o cicatrices 

de un llanto ignorado.


En el boscaje se ocultan seres que beben

el rocío que empapa los líquenes,

apuntalados en los viejos árboles 

y un sedimento de hojas bermejas 

forman una alegoría de otoño o melancolía,

que el viento transmite con su ronca voz,

anciana y sabia.


Árbol vencido en las tormentas, 

que en el tiempo aguardaban su momento,

para generar una vida inquietante y sumergida 

en el afán de la muerte, por procrear

desde su triste velo.


Escrito en Marzo 2018 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.

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