domingo, 25 de marzo de 2018

¡Cómo pasa el tiempo!...

Hay raíles ferroviarios, que no conducen
a lugar alguno, porque la estación cerró
y quedó obsoleta.
Los rastrojos y hierbas, llenaron con su verdor
el guijo depositado en el suelo
 y el óxido se quedó en la herrumbre del camino
y de las almas cansadas en la espera.

El tiempo pasó de puntillas
en un fingido minué, para arrancarnos
la última flor, esa que llevamos
en el ojal de la chaqueta.

De pronto, nos damos cuenta...
¡Qué viejos nos hacemos! ¡Cómo pasa el tiempo!.
Nuestros cabellos se cubren con las nieves
de las experiencias pasadas y nuestras sienes
soportan el peso que se va acumulando
en nuestras conciencias.

Escrito en Marzo 2018 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.

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