sábado, 17 de marzo de 2018

Me seduces

Tus piernas enlutadas por medias oscuras 

y una falda ceñida, que convierte la cadera

en una insinuación, al caminar.


La forma se estiliza  en los muslos,

que elevados por unos zapatos de tacón alto,

añade una gracia nueva y se alarga

como un deseo que no se alcanza.


Unas escaleras pronunciadas y eternas,

se atribuyen la tentación de elevar la mirada,

desde los muslos hasta el ático, 

donde tus caderas se pronuncian 

en curvas  voluptuosas, de unas nalgas

que escapan entre la seda de tus bragas.


Pecador de la belleza y la sensualidad 

que se desprende de tu cuerpo incendiario.

En mi deseo siento aún, las cenizas ardientes,

que no puedo aventar con suspiros 

desde mi pensamiento.


Soy la nave perdida, 

en los mares de la pasión, 

con el mástil alzado y las velas desplegadas,

a merced de las corrientes

que originas en mi calma,

en las mareas de tu devenir.


Escrito en Marzo 2018 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.



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