Las sábanas de mi lecho son
las velas hinchadas por los suspiros,
pues mi velero encalló en las orillas
de tu blanca playa.
Mis labios son hojas, que el viento arrastra,
dejando rumores y susurros, que pretenden
acariciar tus oídos con lánguidas notas
y palabras de amor.
Quiero abrazar tu cuerpo todo,
ser espuma de mar, brisa o aliento
que te cubra de ternuras.
Piel sobre piel, como musgo perenne
en tu vida, para guardar la humedad
de una emotiva lágrima en tu fértil cuerpo
y en tu alma de blancas alas.
Alas que me permiten soñar cada noche
con un nuevo encuentro y hallar contigo
la morada donde habita el Amor.
Escrito en Marzo 2018 por Eduardo Luis Díaz Expósito."zuhaitz".
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