jueves, 8 de marzo de 2018

Cuando no sirven los argumentos 

¡Hay que ver la cara de sorpresa

que ponemos, cuando se caen 

todos nuestros argumentos, que usamos

para esgrimir nuestros conceptos!.


Queremos apuntillar con clavos una razón 

que exponemos, como única verdad,

cuando pensamos que nos asiste

y nos nutre, ignorando cuál será el viento 

que logrará hinchar nuestras velas,

para llegar a buen puerto y cuál nos vencerá,

haciendo zozobrar nuestro barco.


El armazón de un argumento puede ser débil 

o fuerte, dependiendo de la convicción 

y firmeza, con la que resolvamos 

cada conflicto dialéctico que surja 

en cada una de nuestras encrucijadas.


Escrito en Marzo 2018 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.


No hay comentarios:

Publicar un comentario