domingo, 25 de marzo de 2018

¡Ojalá nieve de nuevo!

La ventana desvencijada, con apenas

 las bisagras, 

soportando el peso de los postigos.

El aire en circulación, y al fondo,

la nieve cayendo como copos de maíz,

sobre el lomo de la tierra.


El destello azulado de la blancura de la nieve,

mirada triste en la pupila que se detiene 

y ese atesorar las sombras escondidas 

en los quicios y en los recodos 

de cada rincón inadvertido.


Una lengua de hielo que se cristaliza,

ante el gélido aliento de la noche constelada

y orlada en lívidas brumas.

Nieva, y el fuego del hogar, mantiene 

los cuerpos cálidos y reunidos.

Se cuentan historias

y se abrazan las personas, en el calor 

del hogar.

Se tornan pan reciente en ternuras

todos los encuentros y se sienten 

unos más cercanos a los otros.

¡Ojalá nieve de nuevo!...¡Con más frecuencia!.


Escrito en Marzo 2018 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.


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