sábado, 1 de agosto de 2020

El amor nace del vértigo de un beso.

Todo amor nace del vértigo,
de la vorágine circular de un beso 
sobre los labios .
De esa  miel dulce, que tu saliva 
recrea en mi paladar y esa ligereza de plumas,
que con tus caricias, eriza mi piel
y agita mi respiración.


¿Amor, deseo?...No sé, sólo percibo 
sensaciones nuevas, mientras tu imagen
se instala en mi mente y tu presencia 
hace nido en mi corazón.


¡Qué pena, que la eternidad de un beso 
concluya al abrir los ojos!.
¡Qué pena, estar anclados a una realidad 
tan dura y austera, que hace 
de los momentos felices...una quimera.


Soñador de lo absurdo y amante del amor.
Mis sueños hablan de ti y tú...
no has despertado.
Podemos obrar las maravillas del amor,
sólo debemos ser barcos a la deriva 
y dejar que su corriente nos arrastre.


El amor nace con ímpetu en los rápidos 
de la pasión, para acunarse en la tierna calma 
y la contemplación de la persona amada.
Los besos son más intensos y dulces,
cuando los labios son detenidos 
por los labios amantes y el tiempo se detiene 
desapareciendo entre nosotros.

Escrito en Agosto 2020 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.




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