lunes, 24 de agosto de 2020

La muerte de toda realidad soñada.

Un reflejo del alma es distorsionado, 
cuando desaparece el pálpito que antecede
a la angustia.
La creación se muestra y se revela 
como una tortura que se envuelve 
en la tiniebla y trata de esconder unos ojos
que abarcan con su mirada, todo misterio 
sin desvelar.


Se agitan los dados y se lanzan 
como blasfemias sobre un tapete negro 
de noches sin luna.


Los gritos se ahogan en la garganta 
antes de ser emitidos y se va descendiendo 
lentamente, en un narcótico sueño,
que va arañando la inconsciencia,
para volver a una realidad...
que jamás ha existido.


Escrito en Agosto 2020 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.



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