miércoles, 12 de agosto de 2020

Ópalo de fuego ardiente.

Detrás de un tupido terciopelo, arde un ópalo 
de fuego, agresivo, impío y constante .
Su naturaleza consume, todo cuánto toca
con su cristal de quimeras, ardiendo 
en un deseo que se desborda de tiempo 
y medida.


Todo queda en el ascua de un anhelo, 
que va avanzando entre las llamas
que originaron su pasión.

El amor no fue tan sólo, un sello de gratitud 
y no impide la propagación del ímpetu 
que va arrasando todo atisbo de razón.
La razón perdió sus pies y sólo avanza
un deseo, condenado a extinguirse,
como la llama a falta del oxígeno necesario 
para sustentar su ígnea figura.

Escrito en Agosto 2020 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.





No hay comentarios:

Publicar un comentario