viernes, 7 de agosto de 2020

La acritud de la pérdida de color.

Verde ánimo, ardiente rubor en el agrio puntal,
donde las ideas pierden su rumbo,
agónicas máscaras del olvido.


En el aíre se detienen las imágenes 
y se van desprendiendo del azogue marchito
de todos los espejos.


Nunca fue viernes y cada día 
se van descascarillando más, los ojos
de esclerótica clara, y las yemas de los dedos 
que perdieron los pinceles, que daban color
a la vida.

Escrito en Agosto 2020 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.



No hay comentarios:

Publicar un comentario