domingo, 14 de febrero de 2021

La ira de los elementales de la Naturaleza

La voz del trueno, la espada flagrante 
que divide en dos mitades el cielo,
desesperadamente gris.
El hacha inmisericorde sobre las olvidadas 
conciencias, que desoyeron la voz
de la naturaleza.


Un fatídico muro de agua, que arrasa
las ciudades impías o un remolino de viento,
para batir con mano firme,
 las maderas de los hogares, 
que fueron arrebatadas a los árboles 
y a los espíritus del bosque.


Si nadie se lo explica, es porque 
hace ya mucho tiempo, que sus oídos 
se taparon con la cera 
de una fingida comodidad y todos
los elementales de este planeta, 
sintieron alterados los pulsos 
de sus existencias.


Creemos que no existe aquello 
que no percibimos, pero nos sobrecoge 
las catástrofes causadas 
por sus iracundas manos, 
buscando una solución a algo, que ni siquiera 
somos remotamente capaces de comprender.


Escrito en Febrero 2021 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.




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