martes, 16 de febrero de 2021

El Amor no es un daño consentido.

Vivo en loco sueño, y de esta suerte,
vivo sin vivir en la consciencia,
ya perdí toda esperanza, y mi paciencia 
se limita a esperar la dulce muerte.


No he tenido en esta vida esa gran dicha,
que surge por amar y ser amado,
yo no sé si por mi empeño hube errado 
o es mi suerte, que es aciaga y contradicha.


Una mano la ocultó detrás de un velo,
me negó de su virtud, felicidad
y he sentido que en mi triste realidad 
ha mermado mi inquietud en ese anhelo.


Imposible fué alcanzar el puro cielo,
que al amar fué el horizonte en mi destino 
y ahora amarga es mi vida con su sino 
pues no puedo remontarme en amplio vuelo.


Yo sé bien, de dónde surge mi condena,
por no herir, soy el herido, consintiendo 
que este paso por la vida, al ir fluyendo 
me arrastre en su caudal de dura pena.


Me olvidé de franquear su duro abismo
y tan grave fue su huella en mis heridas,
que no sé si ocurrirá por otras vidas,
pero debo meditar sobre mí mismo.


Y poner esta verdad, año tras año,
no que gusta que me hieran, si no hiero,
porque quiero que me quieran, si yo quiero,
no hay amor, si por amar permito un daño.


Escrito en Febrero 2021 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.



No hay comentarios:

Publicar un comentario