sábado, 20 de febrero de 2021

Todo lo que quedó atrás.

No quedan espejos de agua clara,
ni siquiera la nieve tiene la blancura 
de las edades de hielo.
Las flores, al igual que los pensamientos,
se marchitan en los caminos intransitados
por la alegría del agua vivificante.
y los susurros del viento, acallan su voz,
sepultándola en el silencio.


Hay un agravio antinatural, que no contempla 
las reglas de Gaia 
y todas las digestiones telúricas se alteran,
vomitando fuego desde la entraña,
hasta derramarse, cáustica y penosamente 
sobre los pueblos que habitan las laderas
de sus volcanes.


Los demonios cambian de aspecto 
y emergen fortalecidos, desde nuestras 
peores pesadillas.
Caminemos juntos hacia el sol, 
busquemos otras tierras vírgenes,
otras aguas claras y otros cielos,
donde las nubes no derramen lluvia ácida
sobre los campos.


Caminemos juntos, llevando a cuestas 
nuestras verdades, con más hambre 
de justicia, que saciedad en nuestras almas.
Con la mochila llena de piedras,
como únicos testigos de lo que ha sido 
en otros tiempos y no quisimos 
que jamás fuera en nuestra realidad actual.

Escrito en Febrero 2021 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.




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