jueves, 25 de febrero de 2021

Recobrar y cumplir los sueños más hermosos.

El sol es mi testigo, huele a hierba fresca
y a rocío.
A lágrima alegre, desbordada en la alegría 
y ese brotar de la carne tibia, en abrazos
que derriban las columnas estáticas 
del temor en los encuentros.


Hoy puede ser real el milagro y la miel
de los sueños podrá ser vertida 
en nuestras realidades.
Será cuestión de dar forma a todo
lo que deseemos convertir en auténtico.


Desde lo efímero a lo tangible, todo aroma
se desprende de la solidez que sentimos 
en nuestro entorno y somos capaces 
de captar con nuestro olfato.
Las manos aún mudas, interpretan 
con el tacto, el cuerpo mostrado 
de cada cosa que se manifiesta para ser
perenne, más allá de los recuerdos 
o de los sueños que se desvanecen 
como niebla imprudente, 
al abrir nuestros párpados 
hacia otros horizontes, dejando en el arca
de la memoria, la llave que abre la alacena,
donde permanecen los sueños que quedaron
retenidos y somnolientos, ante otras luces
más agresivas y cegadoras.


Escrito en Febrero 2021 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.






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