viernes, 18 de marzo de 2022

¡Miserable!.

Circulaba el aire en su entorno, pero  no eran 
de seda sus plumas.
Eran nieve blanca  sobre plomo derretido,
en una pesadumbre de insomnio latente,
sobre unos párpados inertes y vencidos,
tras una oquedad habitada 
por una sorpresa olvidada y una indiferencia,
que le impedía remontar el vuelo 
y alzarse por encima de sus miserias.


Escrito en Marzo 2022 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.

© Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz".




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