de los tiempos y el sopor sea una bendición
en la calma, no habrán cabos que sujeten
la voluntad de volar y la libertad pasará
a ser una frase innecesaria de aplicar.
El verbo dejará de ser una conjugación más
y el espíritu desplegará sus alas sobre
un cielo que se derrame en dulcificados
momentos.
Cuando todo lo creado, no necesite
más manifestación que ser y estar,
permaneceremos en la consciencia cósmica
que todo lo equilibra, sin gobierno ni jerarquías.
El aire ha de ser el vehículo
de los pensamientos más sublimes y la razón
no necesitará ser una imposición, ya que
se hallará en el lugar preciso.
En las yemas de los dedos, florecerán
caricias tenues de suave tul, con turgencias
de puro algodón.
Cuando todo se duerma en la noche de los tiempos, no quedará espacio para recordar,
ni guardar en nuestras memorias.
El presente será la unicidad de lo eterno
y lo eterno será la manifestación plena
de toda la Creación.
Escrito en Abril 2024 por Eduardo Luis Díaz Expósito,”zuhaitz”.
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