martes, 23 de abril de 2024

Una mirada sin tristeza hacia el ocaso.

No mires hacia el ocaso con lástima.
Observa el crepúsculo incendiado que,
tras las nubes llevan el arrebol de un fantástico 
día.


Sustituye la tristeza, por el dulce tinte
de la melancolía, como ese recuerdo feliz 
que se añora y escapa en el tiempo,
pero permanece en la memoria.


No mires hacia hacia atrás, el Sol salió 
por el Este, pero siguió avanzando 
a lo largo del día  para caer dormido,
arropado por la noche, bajo un edredón 
de estrellas.


No sientas pena al llegar al final de tu recorrido,
 piensa en todo el camino 
y en las experiencias vividas en el transcurso 
de toda tu vida.


¡Quédate con eso! Todo lo demás es efímero,
son instantes robados al tiempo, 
que permanecen en tu memoria 
y hasta el fin de tus días, alguien repetirá 
cada una de las palabras que pronunciaste 
en el eco de la eternidad.


Escrito en Abril 2024 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.

© Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.




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