viernes, 19 de abril de 2024

Los signos de puntuación de una vida.

La juventud permanece erguida,
como un signo de admiración, ante la vida
que recién se estrena.
La sorpresa, el descubrimiento novedoso 
y todas las sensaciones que provocan 
una respuesta emocional.


La madurez lleva tilde, sombrero acaso,
que protege nuestros pensamientos 
más elevados o las intenciones más nobles.
Los proyectos que soñamos realizar 
en un futuro próximo, entran en ebullición 
en el momento presente.


La vejez llega al fin y se muestra 
como una interrogación.
Cuerpo curvado por el peso de los años,
preguntas sin respuestas fáciles,
 que intentamos resolver y cuando crees
que sabes su desenlace, irremediablemente 
comienzas a olvidar.


Los recuerdos huyeron al exilio desde 
la lucidez de la razón a la demencia senil.
En la memoria (desgastada por el uso),
nos vamos quedando sin signos de puntuación.
En nuestro camino se perdieron “las comas”,
“los puntos suspensivos” y hasta a algunos 
diptongos les faltan “las diéresis”.


Habremos tenido una vida feliz o no tanto,
pero al menos, esta última frase debe estar
entre comillas “.


Escrito en Abril 2024 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.

© Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.






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