lunes, 15 de abril de 2024

Girando un segundo la vista hacia atrás.

La indiferencia camina con tacones altos,
sobre una escalera de caracol y al llegar arriba,
sólo queda ir descendiendo hasta encontrar 
el origen de cada pregunta efectuada.


Entonces contemplamos las alpargatas viejas 
y los lamentos de nuestra madre, cuando 
un puñado de arroz o unas tristes patatas 
eran nuestro único sustento.


El orgullo devora la prepotencia 
y en un duro ejercicio de humildad,
se reconoce la infancia de cada niño o niña,
con los mocos colgando y las manos 
temblorosas y vacías, sin una justa respuesta 
ante la imperiosa necesidad de salir 
de las sombras de la miseria, para hallar 
la luz necesaria que ilumine nuevamente 
nuestros rostros.


Escrito en Abril 2024 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.

© Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.





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