Amar, que no encontrarse
para disfrazar soledades,
ni recoger las cenizas
que otros dejaron
y tratar de recomponer
aquella imagen en cuerpo de rosa,
ya ajada por el tiempo y el desánimo.
Amar, sin mezclas de olvidos con frustraciones,
mirando al frente y dejando atrás
los dientes amarillentos y las sonrisas fingidas.
Posar en los labios la frescura
de un beso redondo, pomo fresco
en gota de lluvia o emoción renovada.
Entrar en el vientre de la vida o crisol
y dar forma al ave que en nuestra niñez
aleteaba, volver a la inocencia
y gestar la esperanza con tiempo y paciencia,
como madura el buen vino en el odre,
al fin, claustro o bóveda.
Amar, volver al origen sin huellas,
ni cicatriz alguna.
Celebrando todas las vidas y encuentros,
todos los cantos, todas las manos
y unirlas todas en una red,
para que no puedan escapar ninguno
de nuestros sueños.
Escrito en Junio 2015 por Eduardo Luis Díaz Expósito.“zuhaitz"
Publicado en el Libro de poemas " Glorias áureas" ISBN: 978-84-15176-55-8
Depósito Legal: BI-1461-2015
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